martes, 22 de julio de 2008

Las reglas de Belén

Lo bueno (o lo malo según se mire) de los programas de zapping es que te trocean y machacan con lo que ellos consideran actualidad, y en un par de pildoritas te pones al día si has estado de vacaciones. El caso es que uno de estos programas ofreció un resumen bien ajustadito de lo que ha dado de sí la luna de miel de Belén Estebán (aka La Princesa de San Blas) con sus paparazzis presos, su otitis de urgencia y hasta su presunto embarazo.

Y veo que este último detalle debe ser de interés nacional para la prensa del corazón porque los plumillas han debatido y deliberado hasta la saciedad sobre si hay bombo o no hay bombo, anotando y desmintiendo las fechas de la menstruación de la chica como posible prueba de cargo. ¿¿¿¿???? ¿Están grillaos?

Más o menos lo mismo ha opinado la pobre Belén que no da crédito, aunque como está el patio, que espabile y haga caja de los neonatos hasta que pase la crisis.

jueves, 10 de julio de 2008

Mediterráneo carnívoro


Cada vez que viajo en coche con mi hijo, abrocho con cuidado los cierres de su silla especial y me paso gran parte del camino ojeando el retrovisor para cerciorarme de que va bien sujeto y seguro.

Ahora, cada vez que repito este rito, pienso en esas otras madres que se suben a un tablón para cruzar el mar en busca de una vida mejor abrazadas a sus pequeños. Aterrorizadas por si una ola se los roba, pero convencidas de que es la única salida.

Sigo abrochando con tesón los cierres y vigilando sin parar a mi enano en la trasera del coche. Y voy a dedicar el resto de mi vida a meterle en la cabeza lo afortunado que es. A que respete su suerte, la disfrute y en la medida de sus posibilidades la reparta.

Es terrible e intolerable. Qué impotencia, madre.

viernes, 4 de julio de 2008

Ingrid libre (y con glamour según algunos)

Al hilo de la tan deseada liberación de Ingrid Betancourt, se ha armado cierto revuelo por la publicación de un artículo en el que se analizaba (con cierta ironía y una pizca de mal gusto) el atuendo con el que Ingrid se había bajado del avión en Bogotá.

Comparar a una señora tan lista y recién salida de una situación espantosa (yo no quiero ni imaginarlo: seis años presa...) con ese icono de la frivolidad (marca tendencias, eso sí) que es Kate Moss suena fuera de lugar pero viendo la imagen ofrecida por Betancourt, no hay mucha duda: ya quisieran muchas clavar ese look a la primera.

Vamos que estoy segura que la Bruni no se le va a poner al lado en París, para no provocar comparaciones (que siempre son odiosas, Carla, a ver si Sarko te va a dar un disgusto, que se le ve novelero).

Y frivolidades aparte: Disfruta de tu libertad, Ingrid, y espero que los otros secuestrados puedan también abrazar pronto a su familia