lunes, 22 de junio de 2009

Oye mamá, no lo encuentro...

-. Oye mamá, no encuentro mi tazo rojo

-. ¿Has mirado en tu cajita?

-. Sí, y no está

-. ¿Y debajo de la cama?

-. Si, pero nada

-. Cajón? Armario? Bolsillos? Bajo el sofá? Entre los cojines? ...


-. Mamá: he mirado en todas partes, pero nada: ¡una búsqueda infrúctida!

sábado, 13 de junio de 2009

Diccineario




La chaquetita de lana abotonada se llama en España "rebeca" porque la primera vez que los paisanos la vieron fue en el homónimo peliculón de Hichtcock, que por cierto tiene uno de mis cine-arranques míticos (pero eso es otra post-historia): "Anoche soñé que volvía a Manderley".

A los infortunados que acaban en el depósito de cadáveres de CSI y similares, sin vida ni DNI, los bautizan provisionalmente como John Doe (o Jane Doe), nombre de ese Gary Cooper versión yanqui de nuestro hombre-que-se-quiso-matar y que una avezada periodista encarnada por la Stanwyck despojó de su particular identidad para convertirlo en "el buen americano medio", profeta de la gente decente malquerida por el sistema.

Doe es el nombre de la víctima anónima hasta que deja de serlo (anónima, porque lo de ser víctima, como el bautismo, no hay quien lo "remove"). Si a quien no logramos poner nombre es al verdugo, los pijos de "Mentes criminales" (recuerden que recorren EE.UU en avión privado resolviendo crímenes) le denominan "sudes" (poco creativa abreviatura de sujeto desconocido). Menos encanto tiene, la verdad.


Lo del Paparrazzo de Fellini trocado en paparrazzi, seguramente ya lo saben.


¿Se les ocurre alguna entrada más en este pequeño diccionario cine-vida, vida-cine?

Saludos