martes, 30 de septiembre de 2008

Bendita normalidad

No llego a entender el revuelo que se ha montado por el supuesto/presunto/desmentido proceso de divorcio de la Infanta Elena. La vida está llena de decisiones, algunas importantes otras no tanto. Y si bien es cierto que ninguno podemos elegir donde o cómo nacemos (porque si no todas tendríamos los ojos de Audrey Hepburn) sí que podemos encarrilarnos poquito a poco y pasito a pasito a donde queremos llegar.

Y ahí está el quid de la cuestión: si usted quiere divorciarse como todo hijo de vecino, piense que todo va en el mismo paquete (que no es el de Infanta de España): a saber, nada de reverencias, ni trabajos prodigiosamente bien pagados, ni viviendas de tropocientos metros, ni nada que no sea la rutinaria y maravillosa normalidad.

Y si no es así, pues ya se sabe, o se es tan lista como Carolina o a aguantarse con el consorte de turno.

Vicki, Cristina, María Elena


Nunca me ha molestado que los directores (los buenos) hagan siempre la misma película, y eso suele pasar con Woody Allen. Tampoco discuto que el maestro de Manhattan está pasando por una racha flojita aunque hay más talento en cualquier error de Allen que en el 70 % de los estrenos de cada año. Pero lo que no esperaba de la tan esperada “película española” de Woody es que me resultase tonta. No frívola, ni fallida sino insulsa e inverosímil.

Sí es verdad que las irrupciones del personaje de Penélope son muy divertidas, pero las aventuras de Bardem y sus niñas americanas (avionetas, casas de lujo y yates incluidos) hacen aguas por todos lados. Scarlett sale hasta “fondona” , no les digo más.

Y ya de remate, por favor, críticos de USA, dejen de decirle a Pe que es la nueva Anna Magnani, una señora que no necesitaba que se le corriera el rimmel para hacer de mujer de rompe y rasga.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Ninguno como él

No era Brando, vale, y ni falta que le hacía. Nos demostró que se podía ser así de guapo y además tener cerebro y conciencia, que sabía actuar, dirigir y hasta hacer salsas.

Resulta difícil escoger un sólo momento de la larga y maravillosa carrera de Paul Newman, nos hemos críado suspirando por esos ojos azules y admirando cómo se puede envejecer con tanta dignidad y elegancia.

Es casi imposible elegir, pero ahora mismo recuerdo su última escena en "Camino a la perdición", esa mirada bajo la lluvia mientras espera que le mate el hombre al que ha querido como un hijo y al que ha perseguido como a un perro.

Carisma, talento y belleza, se rompió el molde...

El indomable ya es leyenda

ACTUALIZACIÓN 28 DE SEPTIEMBRE: El día después me quedo con:

Este titular: La leyenda del impecable (visto en ABC)

Esta reacción: Se ha muerto Paul Newman“, me han dicho. Y lo primero que se me ha pasado por la cabeza ha sido: “Liz, cabrona, los has enterrado a todos” (Visto en Público )

Este descubrimiento: Guns & Roses y 50 huevos duros (visto en periodismo al pil-pil)




Guapo hasta cuando se comía 50 huevos duros. Quiso morir junto a los que le quieren y vivir con intensa fidelidad sus pasiones: el cine, los coches, los niños sin suerte y su Joanne.
Hasta siempre, bandido.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Me quedo muerta muerta


¿Un niño puede jugar en un balancín tipo de-los-de-to-da-la-vi-da solo solito?

¡Pa qué hemos quedado!

¿Y después de esto?

¿Ni como lobo para el hombre serviremos?

¿Ni siquiera se nos necesitará para ejercer de infierno de los otros?

¡Ni como enemigos vamos a hacernos falta!

Una se acogota vivamente con esta imagen desazonadora servida por solopuedequedaruno en su blog al grito desesperado de " ¿¿¿Pero en qué mundo vivimos???¡¡¡¡¡"

Qué triste, hija mía

domingo, 21 de septiembre de 2008

La anorexia: el glamour de la funda de ganchillo de un botijo



Estoy hasta el esfenoides de que presuntas ex-anoréxicas guapas y triunfadoras (y probablemente bienintencionadas) presenten autobiografías a los 20 sobre el horror padecido. Una de ellas me mira hoy desde la portada de El País. Parece satisfecha.

Yo no sé:

-. hasta qué punto la visión de una heroína glamurosa post-anoréxica previene o promociona la enfermedad

-. hasta que punto la adolescente infectada por un mal que, dicen los que saben, tarda años y años en curar (si es que lo hace), puede autoproclamarse ex-enferma cuando ni frisa los 30.


La modelo y la escritora (monas monísimas y sin un gramo de sebo) cuentan lo bien que les va tras años de desnutrición física y emocional. Y yo, de veras, me alegro. Quien vive a salvo de la anorexia ve en ello un gesto sincero y solidario con vocación de "servicio publico". La anoréxica (o anorexicable) a la que pretenden ayudar es otra historia.

Quizá muchas de estas dolorosas se marquen para sus adentros un "ya, ya: si no es por la anorexia no habrías sido modelo en tu vida y tú, querida literata cuasiadolescente, a ver con qué habrías saltado a las librerías, mona. Yo estoy un tiempito no-comiendo, me quedo estupenda y luego lo dejo, para vivir el resto de mis días tal que estos bombonazos".

La anoréxica no nace. Se va haciendo (entre otras cosas) con truquitos para despistar el hambre y a la familia (al menos hasta que ya se es un irredento esqueleto). Aquí no enlazo ni jarta prozak

Muchos salen de estos libros: "Fíjate, nena, lo mal que estaba que cuando mi madre no miraba, yo...". De los programas testimonio de la tele, mejor ni hablamos: Fuente inagotable de recursos para cagarte la vida.

Celebrities ex-anoréxicas hablan de sus calvarios como los próceres hechos a sí mismos desgranan sus duros comienzos. Craso error (a mi modesto entender) que las troca en heroínas. A los 25 son mujeres presuntamente nuevas y felices. Qué suerte: sus madres a esa edad estaban bien jodidas con la mierda la enfermedad de la niña.


Ni pecado ni virtud: La anorexia es una puta desgracia traidora y cobarde, con el mismo glamour que la funda de ganchillo de un botijo. La piel gris como una butifarra, el pelo se despide de la cabeza y aterriza en brazos y piernas, los ojos se desorbitan en un eterno gesto de estúpido asombro, tienes más pellejo flojindango que un tambor pinchado y menos conversación que una madre primeriza. Un coñazo.

La de fiestas que te pierdes, la de libros que no lees, la de chicos que no besas, la de ojos en los que no te reflejas, la de puestas de sol y caricias que se te esfuman mientras tienes la cabeza metida en el water hasta el corvejón, la de bikinazos que no luces enfundada en macrojerseys "hasta que esté perfecta". Una mierda, vaya.

Pues eso. Hasta los forúnculos pilosos de escuchar lo "listas y voluntariosas" que son las anoréxicas, como santificando no sé qué martirio. Listas, pero haciendo una estupidez y, créanme, el bicho te atrapa tan rápido que la fuerza de voluntad se va por el inodoro con las primeras croquetas caseras que decides vomitar. Más inteligente y tenaz es echar palante, pero también más duro que huir del frigorífico.

Se sale. Como se puede y cuando se puede, pero se sale. Eso sí: con mucho (y pesado) trabajo y ni un gramico de glamour. Salud y suerte. Voy a volver a escuchar a Bebe ¿alguien se apunta?

viernes, 19 de septiembre de 2008

¿Quién teme al crítico feroz?

Como tengo el pequeño hobby de leer las cartas al director de los periódicos (son una fuente de información inestimable) me enteré casi desde el principio de la campaña anti Carlos Boyero emprendida por una serie de nombres señeros (esto es sin ninguna ironía) del cine español.

Que Boyero tiene la lengua muy larga no es ninguna novedad, que suele decir alto y claro lo que le gusta y lo que no, tampoco. Pero de ahí a hacerlo responsable de que los distribuidores no traigan a las pantallas españolas a determinados autores, va un mundo.

Y lo que me parece todavía más cuestionable es que el tema no se ha quedado ahí sino que existe un blog donde adherirse a la campaña contra Boyero, y la bola de nieve parece que no piensa detenerse.

Atribuirle a un crítico esa capacidad de influencia es desconfiar tanto de la inteligencia y del sentido crítico del público que me parece imposible que haya una cabeza con dos dedos de frente detrás de esa iniciativa. Que en los cines ponen porquería a porrillo, pues sí, que todo lo que haga Kiarostami está santificado y no se puede criticar, pues no.

Así que sólo desearle al señor Boyero que se tome unas copas a la salud de sus detractores y que siga amando el cine como siempre

lunes, 8 de septiembre de 2008

Sin comentarios...

"Amor" de Enric González, en El País... alguien tenía que decirlo así de claro. Chapeau!!

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Así que era un gen....

Científicos suecos aseguran haber encontrado el gen responsable de la infidelidad masculina. De modo que si su santo carece de la variante 334, ya se puede preparar: no sólo tiene más tendencia a ponerle los cuernos sino a tener problemas de convivencia.

Y es que la maldita genética acaba con buena parte del misterio de la vida y lo acaba reduciendo todo a una mera cuestión de probabilidades. Dos cosas sin embargo me llaman la atención: una que los científicos del prestigioso Instituto Karolinska no tengan una investigación más útil que llevarse a la boca y otra que me pareció ver la noticia ilustrada en algunos medios con la foto de Jude Law (sí, el que dejó a su mujer por Sienna Miller y a ésta la dejo por la niñera de sus hijos). Puede ser una confusión, pero ya me imagino al pobre Jude detrás de Sienna gritando: !Es que no tengo la 334, mujer!