viernes, 4 de enero de 2008
Una que sigue igual
La pobre Britney Spears no levanta cabeza y amenaza con convertirse en la popstar friki de 2008 (como ya lo fue de 2007). No contenta con raparse la cabeza, pasearse sin ropa interior, y matricularse en distintos centros de rehabilitación ahora ha acabado en el hospital tras pelearse con su ex (que también es p’a echarle de comer aparte) por la custodia de sus dos hijos. Eso sí, la Spears se hunde con estilo porque acabó en el hospital escoltada en una caravana formada por tres ambulancias y nueve coches de policía. Así no puedes seguir, Britney...
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