Al hilo de la tan deseada liberación de Ingrid Betancourt, se ha armado cierto revuelo por la publicación de un artículo en el que se analizaba (con cierta ironía y una pizca de mal gusto) el atuendo con el que Ingrid se había bajado del avión en Bogotá.
Comparar a una señora tan lista y recién salida de una situación espantosa (yo no quiero ni imaginarlo: seis años presa...) con ese icono de la frivolidad (marca tendencias, eso sí) que es Kate Moss suena fuera de lugar pero viendo la imagen ofrecida por Betancourt, no hay mucha duda: ya quisieran muchas clavar ese look a la primera.
Vamos que estoy segura que la Bruni no se le va a poner al lado en París, para no provocar comparaciones (que siempre son odiosas, Carla, a ver si Sarko te va a dar un disgusto, que se le ve novelero).
Y frivolidades aparte: Disfruta de tu libertad, Ingrid, y espero que los otros secuestrados puedan también abrazar pronto a su familia
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