Se cumplen cinco años de la guerra de Irak y uno de sus máximos responsables, el vicepresidente Dick Cheney afirma sin ninguna vergüenza: “la invasión ha sido una empresa exitosa”. Y una se pregunta que cómo mide el éxito este hombre: ¿en civiles muertos? ¿en soldados norteamericanos igualmente muertos? ¿en odios religiosos vueltos a resucitar? ¿en nivel de caos o miseria?
Claro que nada de esto debería sorprendernos si tenemos en cuenta el marco de sus declaraciones: una gira por Oriente Próximo en la que se incluye pedir al Gobierno saudí que fuerce una reducción del precio del crudo. Al final de eso se trata, ¿no? Petróleo y más petróleo … y mientras sique muriendo gente.
¿Eso no entra dentro de los nuevos pecados vaticanos? Pues debería
lunes, 17 de marzo de 2008
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