¡Que servidora baja a comprar el periódico!- voceo (en casa de mis padres hay que desgañitarse talmente que si los 80 m2 donde habitan fuesen "bakinjan palas").
Madre avisa (a gritos, claro): "!Hija, que te den el dvd infantil, el fascículo de España en imágenes, te recorten el cupón de la freidora y el número para el sorteo de la Termomix... ah¡¡ y el vale descuento para el mepetrés que lo está juntando el jonatán!!!"
Pos muy bien.
Allá que voy. La kioskera dedica unos 45 minutos tijera en mano a ejecutar las directrices de mi señora madre.
A parte de llegar derrengaíta a casa con tanta mercancía cuando me siento a leer (al fin) la prensa me encuentro con esto:
Me siento como una espía de serie B que espera en el hall de un hotel al enemigo vigilando tras un diario perforado. !Lechuga, si hasta entra corriente por el periódico¡¡¡
Sí que es fragmentaria la realidad, la vín.
Mejor enciendo el ordenador y leo la versión web.
Y así se escribe la Historia, amigas.
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