Discreto como siempre, la noticia de su muerte ha llegado casi de tapadillo a las portadas y los peliculeros lloran al autor de El Verdugo, de El Pisito, de Plácido, de Belle Epoque...
Cuando cualquier niñat@ que esboza un chascarrillo en Aida se atreve a llamarse guionista, es bueno recordar a Azcona y a sus historias, llenas de humor (negro muy negro), de personajes, mezquinos y terribles, pero profundamente humanos, en los que todos podíamos reconocernos aunque fuera un poquito.
Se va un maestro, y cada vez nos quedan menos que cuenten la vida tan bien como él.
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1 comentario:
El más allá se está poniendo de lo más interesante, hermana. Hasta siempre, Rafael
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