
Cuando cualquier niñat@ que esboza un chascarrillo en Aida se atreve a llamarse guionista, es bueno recordar a Azcona y a sus historias, llenas de humor (negro muy negro), de personajes, mezquinos y terribles, pero profundamente humanos, en los que todos podíamos reconocernos aunque fuera un poquito.
Se va un maestro, y cada vez nos quedan menos que cuenten la vida tan bien como él.
1 comentario:
El más allá se está poniendo de lo más interesante, hermana. Hasta siempre, Rafael
Publicar un comentario